El incienso antiestrés es conocido por sus propiedades relajantes y calmantes, y se utiliza tradicionalmente en prácticas espirituales y ceremoniales en muchas culturas.
Reducción del estrés y la ansiedad: El aroma del incienso antiestrés, como la lavanda, la manzanilla o el sándalo, puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Estos aromas tienen propiedades relajantes que pueden calmar la mente y promover un estado de tranquilidad.
Mejora del estado de ánimo: Los aromas agradables liberados por el incienso pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y a aliviar la depresión leve. Algunos estudios sugieren que ciertos compuestos presentes en el incienso, como el linalol en la lavanda, pueden tener efectos antidepresivos.
Aumento de la concentración y la claridad mental: El aroma del incienso antiestrés puede ayudar a mejorar la concentración y la claridad mental. Al reducir el estrés y promover la relajación, el incienso puede facilitar el enfoque en tareas específicas y mejorar el rendimiento cognitivo.